¡Hola chicas!
No tenía pensado escribir un post sobre el parto pero habéis sido muchas las que me escribisteis por privado en Instagram preguntándome cómo había sido. Creo que hoy en día se comparte más esta experiencia, sobre todo en Internet y entre amigas, aunque "a veces" no se cuenta todo, bien por vergüenza, porque no te apetece o no quieres "acojonar" a tus amigas... 

Yo os voy a contar cuál fue mi experiencia pero antes de comenzar aclarar que cada parto es un mundo y no quiere decir que lo que me pasó a mí vaya a ocurrir a alguien exactamente lo mismo. Hay muchísimos factores en juego que influyen en cómo se va a desarrollar el proceso de alumbramiento desde tu estado físico y psicológico como el equipo profesional que te vaya a atender durante el parto. 

Antes de comenzar os describo cuál era mi situación: el día que di a luz me encontraba en la semana 41 + 1 día, un parto llega a término en la semana 40, por lo que se retrasó 8 días.  
Desde la semana 38 mi ginecóloga llevó un control semanal exhaustivo a través de monitores y exploración. En total fueron cuatro los controles para examinar si presentaba contracciones y controlar cómo se encontraba el bebé. Después de monitores acudes a consulta donde tu ginecólogo revisa los datos recogidos y realiza una exploración para ver cómo está el cuello del útero y si has comenzado a dilatar. 

En las cuatro revisiones el cuello del útero estaba completo, no había dilatado nada y el niño estaba muy arriba  por lo que no había iniciado el parto. Sí presentaba alguna contracción intermitente pero  no de forma continuada. Lucas venía bastante grande en la semana 39 pesaba 3,500 g. y mi ginecóloga me recomendó andar todos los días para provocar el parto. Pero parece ser que andar no me hacía mucho así que llegué a la semana 40 y seguía tan tranquila, no tenía ninguna molestia y podía andar varios kilómetros al día sin tener dolor sí es cierto que cuando llegaba a los 6 kilómetros me daba algún pinchacillo pero nada del otro mundo. Justo en ese momento me recomendó inducir el parto pero decidí esperar unos días más por si me ponía de parto de forma natural. Sin darme cuenta me presenté en la semana 41 y ya no tenía opción, al día siguiente a primera hora de la mañana me inducirían el parto.  

// Ingreso en el hospital //

A las 8 AM ya estábamos en el hospital, realizamos los trámites del ingreso y a las 8.30 subimos a  nuestra habitación , nada más llegar apareció un celador con una silla de ruedas y nos dijo que me preparara ya que bajábamos a paritorios y a continuación me entregó un camisón. Me quedé helada no pensé que bajaríamos tan pronto... creía que el proceso de inducción del parto comenzaba en la habitación y después bajabas a paritorios.

// Fase de dilatación //

Una vez en la zona de paritorios te asignan una sala de dilatación, es una habitación amplia con una cama que permite a la gestante colocarse en cualquier postura fisiológica para favorecer el proceso de dilatación. En esta habitación te daban total libertad de meter todo lo que necesitaras, yo me presenté con mi pelota de fitball y una esterilla para poder realizar los ejercicios para favorecer el parto que trabajé con Caroline Correia durante el embarazo (fisioterapeuta especializada en obstetricia y uroginecología) si queréis saber más sobre ella y lo que trabajamos publiqué un post hace unas semanas, para acceder  pincha aquí.

A las 9 am la matrona me puso una vía y comenzó a suministrarme oxitocina para comenzar a inducir el parto, (se trata de una hormona que provoca contracciones) y monitorizó tanto al bebé como a mí, para controlar el ritmo cardíaco y las contracciones (Sí que presentaba alguna contracción intermitente pero yo no era consciente de ellas). Tras esto intentó romper la bolsa, una de las sensaciones más desagradables de mi vida, no había comenzado a dilatar y tenía el cuello del útero completo por lo que la costaba "llegar" hasta las membranas, pellizcó las membranas en varias ocasiones pero no consiguió romper la bolsa. Fue bastante molesto y doloroso.
Una hora y media después (10:30 am) la matrona regresó para comprobar si había comenzado a dilatar y borrar el cuello del útero pero seguía exactamente igual (no había evolucionado nada), por lo que aumentó la dosis de oxitocina al triple. Volvió a irse y a la media hora regresó (11 am) para revisar los datos de monitores, estaba teniendo contracciones fuertes y rítmicas pero seguía sin dilatar y el cuello  del útero permanecía intacto. Bajó la dosis del gotero a la mitad, y fue en ese momento cuando me peguntó si sentía dolor, a lo cual respondí que no sentía absolutamente nada, ni siquiera estaba incómoda y entonces me dijo "esto pinta para cesárea" (finalmente su pronóstico fue el acertado). A las 12 am regresó y volvió a intentar romper la bolsa dos veces más para ver si así conseguía provocar el parto, no lo consiguió y volví a pasar un mal rato tremendo... seguía sin dilatar y el cuello del útero completo, por lo que todo seguía exactamente igual.

Durante estas tres horas cuando me dejaban sola intentaba realizar los ejercicios que trabajé con Caroline para conseguir que el bebé se encajara,  pero muchas veces en cuanto me sentaba aparecía la matrona para que me levantara y me fuera a la cama XD. No la gustaba que realizara los ejercicios ya que las pulsaciones del bebé bajaban un poco y ella lo veía en el "control". Lo llamativo es que había otras matronas más jóvenes que también me visitaban y me decían que estaba genial que realizara los ejercicios.

A las 14 pm regresó para explorarme, todo seguía igual, me subió la dosis de oxitocina al doble para ver si así conseguía provocar el parto para justo cuando llegase mi ginecóloga. A las 15 pm me exploró el jefe de ginecología y me explicó mi situación, tras seis horas con oxitocina mi cuerpo no había experimentado ningún tipo de cambio y me informó de que lo mejor sería realizar una cesárea. Si quería seguir con la oxitocina 10 horas más, adelante, pero que si no había dilatado ni un centímetro en seis horas no iba a ocurrir nada. Necesitaba asimilar la nueva situación, justo en ese momento apareció mi ginecóloga me exploró y coincidió en el diagnóstico, Lucas estaba muy arriba y no iba a bajar. El quirófano estaba libre y ambos podían atender la intervención así que no lo pensé más y acepté. Me dio algo de pena en ese momento porque durante el embarazo en todo momento piensas en dar a luz de forma natural pero no puedes tener todo bajo control y se dio así.

Todo fue muy rápido, vino el celador con una silla de ruedas para bajar a  quirófano, la verdad es que estaba "bastante asustada" nunca antes me habían operado y también estaba nerviosa porque vería por primera vez a mi hijo. (Ahora mismo estoy escribiéndolo y aún se me ponen los pelos de punta).

// Cesárea //

Cuando entré a quirófano ya estaba todo el equipo trabajando, todos super agradables, eso te aporta tranquilidad y otro plus es que también estuviera mi ginecóloga (que hizo el seguimiento de todo el embarazo).
El primer paso fue administrar la anestesia epidural, es muy rápido, te sientas en una camilla y te inclinas un poco hacia delante, en ese momento te administran una anestesia local para que no sientas como te inyectan la epidural que es algo molesta (no me enteré absolutamente de nada). A continuación te colocan en la mesa quirúrgica, en ese momento ya no tienes control sobre tus piernas (a mi me trasladaron entre el celador y un par de enfermeras).
A continuación te colocan una especie de "mantel grueso" sobre el cuerpo y una pequeña cortinilla para que no puedas ver la cirugía, aunque no sirvió de mucho porque el foco que era enorme tenía un cristal al fondo donde se reflejaba todo. Así que pude ver en todo momento como realizaban la cesárea.

No habían comenzado a realizar la cesárea cuando me comencé a sentir algo mareada y con ganas de vomitar, (las dos ultimas semanas de embarazo no podía tumbarme boca arriba por eso mismo) se lo transmití a la anestesista que en todo momento estuvo junto a mí y me suministró un preparado que tenía en una jeringuilla, fue comenzar a inyectarlo en la vía y me dio un subidón que me dejó en perfectas condiciones. La pregunté qué me había pinchado pero me dijo que era "secreto profesional" la insistí que me guardara un poquito para después del parto pero no coló.

Una vez me acomodaron comenzó la operación,  a partir de ahí todo transcurrió muy rápido. pude ver cómo realizaban la incisión poco a poco con un bisturí eléctrico realizaron varias incisiones y colocaron una especie de "cucharas" que sujetaban la piel y mantenían la incisión abierta. Justo cuando tenían "a mano" al bebé dejaron entrar a mi marido para que pudiera ver al pequeño Lucas nada mas nacer. Lo sentaron junto a mí pero tuvimos que esperar un  poco más ya que el pequeño estaba demasiado arriba y tuvieron que realizar varias maniobras para poder bajarlo y sacarlo por la incisión. Es más el ginecólogo jefe dijo que era uno de esos pocos casos que había observado que el bebé estaba tan arriba. Finalmente pudieron extraerlo con la ayuda de un kiwi, todo el  equipo se sorprendió al verlo,  Lucas venía muy grande 54 cm y 3,755g . Justo al momento pudimos verlo, nos lo mostraron a unos pocos centímetro encogidito como una bolita y dando sus primeras bocanadas de aire e intentando llorar, su lloro era algo ahogado como si tuviera líquido en los pulmones. Fueron solo unos segundos pero parecía que el tiempo se había parado.

Lo primero que pensé la primera vez que lo vi es en cómo las mujeres podemos hacer algo tan maravilloso, el milagro de la vida. No se puede explicar, es una experiencia increíble que no se puede comparar con nada.  

Se llevaron al pequeño para hacerle las pruebas pertinentes, finalmente la especialista en neonatología decidió tener en observación a Lucas. Antes de llevárselo a neonatos lo acercó para que le pudiéramos dar un beso, nunca olvidaré ese primer contacto, era tan suave... y ya se le veía tan rosadito, más bebé...

Justo cuando salían por la puerta comenzó a llorar súper fuerte, como debería de llorar un bebé. En ese momento mi ginecóloga me dijo, "tranquila Sara el pequeño está perfectamente" así que fui fuerte y no monté un drama en el quirófano. Mi marido se fue a neonatos con el pequeño (solo le dejaron estar en quirófano para ver el nacimiento).

Lucas nació a las 4:04, no subí a la habitación hasta las seis. Se tomaron muchas molestias en suturar la cesárea, realizaron una sutura intradérmica, que no me ha dejado apenas cicatriz. Además mi ginecóloga aprovechó que aun estaba bajo los efectos de la epidural para realizar el primer masaje para drenar el útero. Durante este tiempo todo el equipo me estuvo hablando y manteníendome distraída, pero mi cabeza estaba en otro sitio, lejos de ese quirófano. Me sentía tan abrumada por todo lo que acababa de pasar, pero estaba tranquila porque mi pequeño estaba con su padre aunque no podía dejar de pensar.



// Neonatos //

Lucas tuvo que ser ingresado por un "distrés respiratorio inmediato". De todo el proceso del parto este fue el momento más duro y triste para mí... cuando dejé el quirófano y me llevaron  a la sala de reanimación. Fue una hora y media sola en un box y me embriagó la sensación más rara que he tenido en mi vida, me sentía tan triste que no podía ni llorar, no te puedes mover porque aun estas bajo los efectos de la epidural... me sentía vacía, no podía dejar de tocarme la tripa, no sé si buscando algún movimiento aún. Como os he dicho es muy raro de explicar. Este momento fue el más desagradable de todo el parto, junto con la intentada de romper la bolsa y los masajes drenantes que eran mas dolorosos aun que la rotura de bolsa.

Durante el tiempo que estuve en el box una enfermera controlaba el puso y revisaba cómo iba adquiriendo poco a poco el control de mis extremidades inferiores (hasta que no recuperas la total movilidad no subes a la habitación). Durante este tiempo la enfermera aprovechó para realizar un par de masajes drenantes, el primero apenas me enteré pero el segundo... que ya no tenia apenas anestesia fue bastante desagradable.

Una vez se me pasó la anestesia me subieron a planta y avisaron a mi marido que seguía en neonatos con Lucas para que fuera a verme. No estuvo mucho tiempo conmigo porque lo envié directamente a neonatos con el móvil para que me fuera enviando vídeos y fotos del pequeño... necesitaba verlo, apenas le había visto unos segundos en quirófano. Las chicas de la unidad de cuidados intensivos neonatales fueron super agradables y además de dejarle estar junto a nuestro bebe todo el tiempo que estuvo ingresado (ocho horas) le enseñaron los primeros cuidados al bebé.

A las 00.00 le dieron el alta y mi marido subió a la habitación con el, ¡por fin podíamos estar los tres juntos!, fue él mismo quien me lo puso al pecho en ese momento pude sentirlo y olerlo por primera vez. Nunca olvidaré ese momento, su olor, es embriagador... no podía dejar de olerle y mirarle. Sensaciones nuevas incomparables a nada.

Pasamos una  noche bastante tranquila, a las tres de la mañana vino una enfermera para ayudarme a ponerlo al pecho por primera vez, los dos/tres primeros días tu cuerpo produce calostro, muy importante para el sistema inmunológico del bebé.

Una cesárea es una intervención quirúrgica abdominal, una amiga médica me dijo que en un caso normal una persona necesita diez días para estar mas o menos al 100%, en nuestro caso al tener un refuerzo positivo, nuestro bebé, nos tenemos que "espabilar" mucho antes. No os voy a mentir la crujía duele y la sutura al principio "tira" mucho pero en esos momentos sacas fuerza de donde sea. A la mañana siguiente me levanté y me duché sola y ande un poquito por la habitación. Durante el transcurso del día te suministran calmantes a través de la vía que ayudan a sentirte mejor.

Lucas con dos días, es una pasada como cambian las primeras horas. 

Me realizaron la cesárea un viernes y me dieron el alta el lunes al medio día, no fue hasta el miércoles que comencé a sentirme algo mejor y pude comenzar a andar recta. Me recetaron dos tipos de calmantes uno suave y otro mas fuerte para que fuera intercalándolos. No tomé demasiados porque la cirugía no me dolía lo que más me molestaba era  la sensación de tirantez.

La primera revisión para ver la cirugía fue a la semana, al ser una sutura intradérmica no tuvieron que retirar puntos, simplemente retiraron el apósito que protegía la sutura. Aluciné porque la cicatriz no es muy grande y está super baja, no se ve ni con un bikini XXS. No pedí en ningún momento que me realizaran este tipo de sutura, fue gracias a  mi ginecóloga que se tomó el tiempo y la molestia de coserme. Muchas me habéis preguntado cuantas grapas o puntos me han puesto, me he quedado sorpredida de que aún se pongan grapas en este tipo de intervención. Sin ir más lejos hace un año a una amiga mía la pusieron unas cuantas grapas y la cicatriz es bastante grande.

Me recetaron una crema a base de aceite de oliva virgen para hidratar y favorecer la cicatrización de la sutura. Os hablaré de ella en el post que escribiré sobre el postarto.

Espero que os sirva de ayuda mi experiencia y si tenéis cualquier duda escribirme a través de mensajes privados de Instagram (sigo sin poder contestar los comentarios en el blog). 

Muchas gracias por leerme. 

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